Intercambio de datos entre empresas y gobiernos (B2G)
El intercambio de datos B2G es una colaboración en la que una empresa u otra organización privada pone sus datos (o conocimientos) a disposición del sector público (local, regional, nacional o de la UE) con fines de interés público. Esta colaboración debe llevarse a cabo de manera segura, preservadora de la privacidad, sostenible y ética. Compartir datos de esta manera puede traer muchos beneficios. Por ejemplo, los datos sobre los flujos de tráfico pueden proporcionar información sobre los desafíos de movilidad y el desarrollo económico de las ciudades. Los datos de los minoristas, como los supermercados, pueden ayudar a los institutos oficiales de estadística a establecer un índice de precios más preciso y completo de una manera más eficiente. Además, los datos de los sensores en las ciudades pueden proporcionar información para predecir las entradas de turistas o estimar la contaminación, y los intercambios de datos sobre transporte y carga pueden garantizar un control fronterizo casi sin fricción.
El intercambio de datos B2G tiene un enorme potencial para ayudar a resolver muchos desafíos sociales, que van desde el cambio climático a través de la educación y la planificación urbana hasta la producción de estadísticas oficiales más precisas. Puede ayudar a pasar a un modelo basado en la evidencia para la formulación de políticas, lo que conduce a decisiones mejores, más rentables, justas e inclusivas. Aprovechar los datos del sector privado también tiene un papel importante que desempeñar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y en el cumplimiento del compromiso de la UE de convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050.
Cada día, el sector privado produce una gran cantidad de datos para fabricar todo tipo de bienes, ofrecer una amplia gama de servicios y asegurarse de que sus negocios funcionen sin problemas. Ciertos tipos de datos, como los datos de comportamiento, los registros de teléfonos móviles, la ubicación GPS o los datos de las redes sociales, están en gran medida en manos del sector privado. Estos datos pueden ser cruciales para ayudar a comprender mejor los movimientos de la población, los cambios en el estilo de vida, los patrones de enfermedades y los hábitos. También puede ayudar a resolver los desafíos sociales y contribuir al bienestar general de la población. Además, el sector privado utiliza ampliamente las infraestructuras públicas, como el uso de vehículos privados en vías públicas y ferrocarriles. El sector público podría beneficiarse de los datos del sector privado sobre ese uso de la infraestructura pública a fin de mejorar la planificación y la gestión de las inversiones públicas.
En primer lugar, el valor de los datos como activo aún no está plenamente reconocido. En segundo lugar, los organismos públicos a menudo carecen de los conocimientos técnicos para identificar conjuntos de datos valiosos y la capacidad de procesarlos. Y, actualmente, no hay suficientes incentivos para que las empresas compartan datos con el sector público por el bien común. Existen una serie de otros obstáculos, como la falta de profesionales en este ámbito, las diferencias en la legalización entre los Estados miembros, las cuestiones de confianza y seguridad, las cuestiones éticas y la limitada interoperabilidad de los conjuntos de datos, entre otros. Como resultado, el intercambio de datos B2G puede ser un proceso largo e incierto.
La UE puede ayudar a estimular el intercambio de datos entre empresas mediante la creación de un marco común que permita el desarrollo de un intercambio de datos B2G rápido, responsable y sostenible. También puede apoyar actividades que ayuden a superar las barreras, como la creación de la infraestructura técnica para compartir datos junto con directrices éticas, y la sensibilización sobre el potencial del intercambio de datos B2G. La UE también podría considerar oportunidades de financiación. Por ejemplo, apoyar asociaciones piloto de intercambio de datos B2G en cajas de arena para desafíos sociales específicos.
Las áreas clave en las que el intercambio de datos B2G puede tener un gran impacto incluyen hacer que los servicios de salud sean más eficientes y mejorar el diagnóstico, reaccionar más rápido en emergencias y desastres naturales o humanitarios, permitir el acceso a los datos a los institutos públicos de investigación para el desarrollo de servicios de inteligencia artificial ética, ahorrar energía para una sociedad más sostenible, mejorar la movilidad y crear ciudades más inteligentes. Los ciudadanos, que producen datos valiosos y son los beneficiarios finales del intercambio de datos B2G, deben participar en la elección de los desafíos sociales que deben abordarse a través de colaboraciones de intercambio de datos B2G.
Nuestros teléfonos inteligentes y otros dispositivos conectados producen enormes cantidades de datos todos los días. Por ejemplo, a través de redes sociales, transacciones digitales, dispositivos GPS y otros sensores. Estos datos pueden revelar información que es crítica para comprender los patrones de comportamiento y actividades de la sociedad. A su vez, estas ideas permiten que tanto el sector privado como el público tomen mejores decisiones. Por ejemplo, a través de los datos de los operadores móviles, las operaciones de evacuación urgentes se pueden organizar de manera más eficiente y las que permanecen en la zona afectada pueden ser mejor asistidas. En algunos casos, el sector público tiene acceso a los datos en sí, por ejemplo a través de plataformas de intercambio de datos, incluidas las interfaces de programación de aplicaciones. En otros, el organismo del sector público no accede a los datos en sí, pero aún puede beneficiarse de los conocimientos mediante la realización de consultas en una base de datos en poder de la empresa o de un tercero de confianza.
Las empresas pueden beneficiarse de las asociaciones de intercambio de datos B2G de varias maneras. En primer lugar, la empresa puede beneficiarse de los conocimientos creados a través de la colaboración para compartir datos. Además, los datos de la compañía no se comparten necesariamente de forma gratuita, sino que pueden estar en contra de una compensación justa. Además, contribuir al bien común puede ser parte del programa de responsabilidad social corporativa de una empresa, y puede ser beneficioso para su reputación. Otras motivaciones incluyen incentivos fiscales, mejores servicios gubernamentales o programas de reconocimiento público para mejorar la reputación de una empresa.
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La Comisión está tratando de facilitar el intercambio de datos en poder de las empresas para mejorar los servicios públicos y orientar las decisiones políticas.