Las empresas emergentes y en expansión desempeñan un papel clave en la economía y la sociedad europeas, lo que era cierto antes y durante la crisis de la COVID-19, y lo será aún más en la era posterior a la COVID-19. No puede subestimarse el papel que pueden desempeñar las empresas emergentes en la recuperación de la crisis actual y en la aceleración de la transformación ecológica y digital: tienen una capacidad demostrada para desarrollar innovaciones revolucionarias en respuesta a las necesidades del mundo real, crear nuevos puestos de trabajo y crear sinergias con las sólidas industrias tradicionales de Europa.
En la reciente Comunicación sobre la Brújula Digital, la Comisión propuso un objetivo para 2030 de duplicar la cantidad de unicornios en la UE. Este objetivo puede alcanzarse mediante acciones como las que crean condiciones más favorables para las empresas emergentes en todas las fases de su ciclo de vida, por ejemplo simplificando los procesos de creación de empresas para atraer talento, utilizar opciones de compra de acciones y participar en la contratación pública. A nivel de los Estados miembros, el acceso a la financiación del crecimiento es fundamental: los responsables políticos nacionales pueden adoptar medidas que aumenten el capital riesgo europeo disponible para las empresas emergentes que entren en la fase de crecimiento.
Sin embargo, en la actualidad, los fundadores de empresas emergentes se enfrentan a retos considerables relacionados directamente con la crisis de la COVID. Por ejemplo, según el informe sobre el estado de la tecnología europea, casi la mitad de los fundadores europeos tuvieron más dificultades para obtener financiación en 2020, lo que se vio agravado para muchos por el reto de la disminución de las ventas debido a la crisis de la COVID-19. Según el mismo informe, en 20 Estados miembros de la UE la financiación obtenida por las empresas emergentes en 2020 fue inferior a la de 2019. Abordar estos retos es especialmente importante para la fase de crecimiento y expansión, en la que las empresas emergentes necesitan entradas de inversión mucho mayores.
A tal fin, la Comisión Europea, junto con los Estados miembros y las partes interesadas, ha identificado una serie de mejores prácticas que son señas distintivas de un entorno favorable al crecimiento. Este entorno es fundamental para la transición de la UE hacia una economía sostenible, resiliente, abierta y digital, y para liberar el enorme potencial de innovación y crecimiento de sus empresas emergentes.
24 Estados miembros de la UE e Islandia han firmado el Estándar de Excelencia de las Naciones de Startup de la UE, a fin de garantizar que todas las empresas emergentes y en expansión de los países de la UE se beneficien de las mejores prácticas que sustentan los ecosistemas de empresas emergentes de Europa y del mundo con mayor éxito.
Países signatarios del Estándar de Excelencia de Naciones de Startup de la UE
Entre los Estados miembros de la UE signatarios figuran: Alemania, Austria, Bélgica, Chequia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia. Islandia también ha firmado la declaración.
Acciones de apoyo a las empresas emergentes y en expansión en toda la UE
Los Estados miembros se comprometen a adoptar medidas que incluyan:
- Establecer un punto de referencia claro a escala de la UE para definir las características clave de una empresa emergente en todos los Estados miembros; esto facilitaría el diseño de políticas comunes de apoyo a las empresas emergentes.
- Destacando que el crecimiento sostenible y un entorno favorable al emprendimiento son fundamentales para el futuro éxito mundial de las empresas emergentes y en expansión. Con un marco favorable, muchas más empresas emergentes serán capaces de lograr el éxito europeo y mundial, ya que pasarán de «estrella» a «emergente» a «expansión» a «salida», por ejemplo en forma de oferta pública inicial (OPI) o fusión y adquisición (M to A).
- Puesta en común de las mejores prácticas, procedentes de Europa y de otros países, y adopción de medidas a nivel nacional para aplicar las mejores prácticas que apoyen a las empresas emergentes y en expansión en todas las fases de su desarrollo.
- Establecer en 2021 un Centro de Naciones de Startup, que debería promover y permitir el intercambio de mejores prácticas entre los países signatarios y la creación de una plataforma común de datos para todos los Estados miembros, que proporcione información valiosa en toda la UE. La plataforma también facilitará la medición y el seguimiento de los avances sobre la base de informes periódicos de los Estados miembros en la aplicación de las mejores prácticas y, de este modo, ayudará a cada país a convertirse en una «nación de empresas emergentes de la UE». Esto también implicará trabajar estrechamente con los ecosistemas de empresas emergentes de la UE y las organizaciones de partes interesadas (incluida la red de representantes para las pymes y el Foro del Consejo Europeo de Innovación).
Para más información
Declaración sobre la norma de las Naciones Unidas de la UE
Una estrategia para las pymes en pro de una Europa sostenible y digital
Informe sobre el estado de la tecnología europea