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De conformidad con el Reglamento, un centro nacional de coordinación debe ser una entidad del sector público, o ser propiedad mayoritaria del Estado, o desempeñar funciones de administración pública, y debe tener la capacidad de apoyar al Centro de Competencia y a la Red en el cumplimiento de su misión. Poseerá o tendrá acceso a conocimientos especializados en materia de tecnología e investigación en el ámbito de la ciberseguridad. También tendrá la capacidad de colaborar y coordinarse eficazmente con la industria, el sector público, la comunidad académica e investigadora y los ciudadanos.
Cada Estado miembro designará su centro nacional de coordinación antes de que finalice el año y podrá solicitar a la Comisión un dictamen para evaluar su capacidad para gestionar la financiación de la UE. La Comisión dispondrá de tres meses para responder.
Las fuentes de financiación del nuevo Centro de Competencia en Ciberseguridad y de la Red de Centros Nacionales de Comunicación incluyen el programa Europa Digital y, en determinadas condiciones, el programa Horizonte Europa, así como las contribuciones de los Estados miembros.
El Centro de Competencia en Ciberseguridad se está creando en Bucarest y la Comisión lo gestionará provisionalmente hasta que pueda funcionar de forma autónoma.
El 20 de octubre, el Consejo de Administración del Centro de Competencia en Ciberseguridad, compuesto por representantes de los Estados miembros y de la Comisión, se reunió oficialmente por primera vez. El Consejo de Dirección debatió, en particular, su reglamento interno, su programa de trabajo para 2021, una serie de decisiones administrativas que son necesarias para que el Centro empiece a funcionar, así como las próximas etapas del trabajo del Centro.
El Centro Europeo de Competencia en Ciberseguridad y la Red de centros nacionales de coordinación desempeñan un papel clave en la aplicación de la Estrategia de Ciberseguridad de la UE, cuyo objetivo es garantizar que todos los ciudadanos y empresas sean más seguros frente a las ciberamenazas, hacer que las entidades críticas físicas y digitales sean más resilientes y construir un ciberespacio mundial, abierto, estable y seguro.