El 19 % de los adultos europeos sufren dolor crónico sin cáncer de intensidad moderada a grave, lo que afecta gravemente a la calidad de su vida social y laboral. Entre este 19 %, muy pocos son gestionados por especialistas en dolor y casi la mitad reciben una gestión inadecuada del dolor. Se ha demostrado que los pacientes con enfermedades crónicas necesitan apoyo y acceso a la información para convertirse en gestores eficaces de su propia salud.
Aunque existía una amplia gama de dispositivos de alta tecnología destinados a tratar el dolor en sus múltiples facetas y complejidad, ninguno de ellos se centraba en capacitar al paciente para autogestionar los dolores actuales y futuros. Desde 2016, la ayuda ha estado trabajando para colmar esta laguna gestionando una licitación para desarrollar nuevos productos que capaciten al paciente y mejoren su calidad de vida.
Los
principales resultados y logros del proyecto se presentarán durante la conferemcia.