El pasado mes de octubre, en la reunión informal celebrada en León, los ministros del sector digital destacaron el cambio de las redes tradicionales de telecomunicaciones hacia infraestructuras de telecomunicación, lo que indica una convergencia de la conectividad y la capacidad informática. A pesar del papel central de los operadores de telecomunicaciones en la dirección de la transición digital, el actual entorno económico, caracterizado por una elevada inflación y bajos rendimientos, plantea retos para el sector y su competitividad.
En la mesa redonda de ayer, el comisario subrayó la importancia de la colaboración, afirmando que la evolución actual de las redes representa una oportunidad única para los inversores. Alinear los objetivos políticos con la perspectiva de inyectar capital en infraestructuras digitales de bajo riesgo y con perspectivas de futuro podría acelerar la consecución de los objetivos políticos, al tiempo que se obtienen beneficios para los inversores públicos y privados.
Los participantes en la mesa redonda destacaron el impacto positivo de la seguridad normativa para atraer inversiones privadas, la importancia de alcanzar un tamaño crítico y evitar la sobrecapacidad. También subrayaron la importancia de desarrollar nuevos casos de uso para la infraestructura a fin de promover la adopción adecuada de las tecnologías avanzadas, a fin de garantizar el rendimiento de la inversión. Los participantes también destacaron la necesidad de mejorar el acceso a los mercados de capitales y facilitar las capacidades de préstamo de las instituciones financieras, así como la importancia de crear asociaciones público-privadas para aumentar las inversiones y lograr una mayor flexibilidad. Por último, acogieron con satisfacción un diálogo más amplio con el sector del telco y los inversores institucionales para ver cómo puede ponerse en común la inversión en infraestructuras digitales a escala de la UE y apoyar toda la cadena de valor digital.
Los resultados de este debate servirán de base para la elaboración de un Libro Blanco que esboce una visión a largo plazo y posibles medidas políticas para fomentar las inversiones en infraestructuras digitales.