Entre ellas figuran, por ejemplo, las exenciones de permisos para determinadas obras civiles; un portal único en línea para poner a disposición toda la información necesaria sobre permisos, obras civiles e infraestructuras; incentivos financieros en las subastas del espectro para inversiones en redes; y medidas de apoyo a la conectividad inalámbrica para permitir el uso de tecnologías disruptivas y maquinaria inteligente en los sectores manufacturero e industrial. Estas mejores prácticas ayudarán a los Estados miembros a garantizar un acceso oportuno y favorable a la inversión al espectro 5G para los operadores móviles y otros usuarios del espectro, incluidas las aplicaciones industriales transfronterizas, por ejemplo en el transporte, la energía, la asistencia sanitaria o la agricultura. También ayudarán a los operadores a reducir el coste del despliegue de la banda ancha de gigabit.
Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, ha declarado:
En la Década Digital, todos los europeos deben beneficiarse de conexiones rápidas y seguras. Debemos empezar hoy a convertir esta ambición en una realidad. La caja de herramientas de conectividad es el resultado de la cooperación y el compromiso de los Estados miembros para eliminar obstáculos e impulsar el despliegue de redes muy rápidas.
La caja de herramientas de conectividad de hoy es consecuencia de la Recomendación de la Comisión de septiembre de 2020, en la que se pedía a los Estados miembros que impulsaran la inversión en infraestructuras de conectividad de banda ancha de muy alta capacidad, incluida la 5G, que es el bloque más fundamental de la transformación digital y un pilar esencial de la recuperación. A principios de este mes, la Comisión presentó una Comunicación sobre la Década Digital de Europa que establece el objetivo de conectar a todos los hogares europeos con velocidades de gigabit y garantizar la cobertura 5G para todas las zonas pobladas de la UE, así como las principales rutas de transporte. El conjunto de instrumentos de conectividad se basa en la Directiva sobre la reducción de costes de la banda ancha, que se está revisando actualmente, y en el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas. Como siguiente paso, los Estados miembros deben compartir con la Comisión, a más tardar el 30 de abril de 2021, sus hojas de ruta individuales para aplicar el conjunto de instrumentos.