La transformación digital actual se caracteriza por un fuerte aumento de la cantidad de datos generados, tratados, almacenados y transmitidos. Esto tiene consecuencias para nuestro consumo de energía. En 2018, los centros de datos representaban el 2,7 % del consumo de energía de la UE (véase el estudio de 2020 «Energy-efficient Cloud Computing Technologies and Policies for an Eco-friendly Cloud Market» (Tecnologías y políticas de computación en nube eficientes desde el punto de vista energético para un mercado de computación en nube respetuosocon el medio ambiente)). Si no se controla, podría llegar al 3,2 % de aquí a 2030.
Este estudio propone medidas políticas que mejoran la eficiencia energética y las prácticas de la economía circular en las cadenas de valor de las TIC. Se centra en la computación en nube y los centros de datos, y en los servicios y redes de comunicaciones electrónicas.
En cuanto a los centros de datos y la computación en nube, el estudio propone las siguientes medidas políticas concretas:
- Mejoras del Código de Conducta sobre los centros de datos eficientes desde el punto de vista energético;
- Reforzar los criterios de contratación pública ecológica para los centros de datos, las salas de servidores y los servicios en la nube; y
- Creación de un Registro Europeo de Centros de Datos.
Además, ofrece una definición de lo que constituye un centro de datos e indicadores para medir los avances hacia la consecución del objetivo de 2030.
Por lo que se refiere a las redes y servicios de comunicaciones electrónicas, el estudio propone la introducción de una etiqueta de eficiencia energética para los servicios de telecomunicaciones con el fin de ofrecer una mayor transparencia a las empresas y los consumidores. Sin embargo, aún habría que superar los retos metodológicos, incluida la disponibilidad de datos. Además, el estudio propone que los operadores de telecomunicaciones registren la intensidad energética de la red en un registro central o nacional, ofreciendo una visión general de los distintos proveedores y la eficiencia de las diferentes tecnologías de red. Esto debería complementarse con requisitos mínimos de eficiencia para nuevas infraestructuras y criterios de diseño ecológico.
Estas conclusiones se incorporarán a una serie de iniciativas en curso y futuras relacionadas con las transiciones ecológica y digital.