El código europeo de comunicación electrónica desempeña un papel clave a la hora de garantizar unas condiciones de despliegue coherentes de la 5G al tiempo que se protege la salud pública.
Campos electromagnéticos y dispositivos inalámbricos
Un campo electromagnético (EMF) es un campo físico producido por partículas estacionarias, girando o en movimiento eléctricamente cargadas. EMF no es un fenómeno reciente del mundo digital, los campos eléctricos y magnéticos existen en la naturaleza. Sin embargo, a medida que aumenta el número de teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras portátiles y muchos otros dispositivos conectados, ha generado preocupación sobre cómo la exposición a los EMF podría afectar nuestra salud.
Algunos ciudadanos perciben la quinta generación de redes inalámbricas — 5G — como una amenaza para la salud pública, ya que piensan que la exposición a los EMF es mayor que la exposición de las redes 4G actuales. Al mismo tiempo, la oposición a 5G está dificultando a ciertas partes interesadas el despliegue completo de redes 5G.
Algunas de las preocupaciones expresadas han sido clasificadas como desinformación. Un ejemplo de ello es la vinculación de las redes 5G con el brote de COVID-19.
Exposición a campos electromagnéticos
La exposición a FME causada por equipos de comunicaciones inalámbricas está sujeta a los límites definidos en una Recomendación del Consejo. Estos límites se establecen de acuerdo con las directrices emitidas por la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes. Puede encontrar más información sobre las directrices en la página web del ICNIRP.
Siguiendo las recomendaciones científicas, la UE pone la exposición para el público en general en un límite que es al menos 50 veces inferior a lo que la evidencia científica internacional sugiere que tiene algún efecto sobre la salud. Estos límites no son vinculantes para los Estados miembros de la UE. No obstante, el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas se refiere a ellos y pide a los Estados miembros que garanticen una aplicación coherente.
5G y exposición a campos electromagnéticos
Las redes 5G (y futuras 6G) utilizarán antenas mucho más pequeñas y, por lo tanto, generalmente niveles de exposición más bajos en comparación con las redes 2G, 3G y 4G actuales, pero en conjunto lograrán una mejor calidad de servicio y mayores velocidades de conexión. Muchas de estas antenas más pequeñas podrían hasta cierto punto ser comparadas con instalaciones Wi-Fi. Todas las nuevas especificidades de la tecnología 5G se han tenido en cuenta en la definición de las directrices revisadas de la ICNIRP.
Con este fin, la Comisión adoptó el Reglamento de Ejecución sobre las características físicas y técnicas de los puntos de acceso inalámbrico de área pequeña, en particular su volumen, peso, impacto visual y potencia de emisión. Este Reglamento no introduce nuevos límites de la UE para el FME. Las instalaciones deberán cumplir con las normativas nacionales o regionales aplicables.
Por lo tanto, siguiendo todas las recomendaciones existentes, el despliegue de redes 5G no tendrá un efecto negativo en la salud de las personas.
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